lunes, 29 de julio de 2013

Mark Manders 1968 Volkel-Holanda

Manders ha construido una iconografía personal integrada por formas repetidas, permutadas y ligeramente modificadas: estas asociaciones internas componen una gramática secreta de esculturas e imágenes. Manders convierte un espacio de exhibición del Museo San Telmo en un salón donde elementos fabricados e ilusorios están posicionados con la intención de revelar un conjunto de coordenadas y tensiones que descubran íntimamente nuestro “yo” oculto.El proyecto, que refleja al mismo tiempo un proceso escultural y una esencia metafísica de pensamientos, palabras e imágenes, funciona como un “autorretrato” total. Manders coloca un embudo dentro de un zapato para redirigir la luz hacia el exterior del mismo y construye un muro amontonando periódicos que ocultan sus contenido y sus titulares: estructuras biomorfas plastificadas y fotografías de torturas chinaspueden verse a través de los agujeros de los muebles esculpidos, mientras que los objetos alrededor están ligeramente reducidos y miniaturizados. Y todo esto para dar a entender que el hecho de ser lo que somos es un lenguaje que está sujeto a una constante reformulación.

1 comentario:

  1. Estimado xeniles:Claro, son obras de arte real. Pero cuando usted hace una obra de arte que necesita una gran cantidad de mentiras. Una mentira puede utilizar como una herramienta para ir a otro lugar.La mentira es un aspecto importante de nuestra sociedad, es realmente un gran invento humano.
    Saludos Mark Manders

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